lunes, 14 de abril de 2008

Doce artistas en diálogo estrenan sala

Maestros y discípulos proponen una recorrida dialogada por sus obras: reflejos, puntos de partida, caminos retomados. La exposición está habilitada hasta el martes próximo en el subsuelo del nuevo edificio de Sosunc, que propone un acceso desde la estética y la reflexión sobre la producción artística regional.

Gerardo Burton

geburt@gmail.com

NEUQUÉN (AN).- Doce artistas plásticos regionales, seis parejas de maestro y discípulo en diálogo, en discusión, en camino que se inicia y rumbo que se retoma, en reflejos y chispazos. Quizás una conversación artística que no finalizará jamás; o una discusión que se plantea ante el público, que mira, interviene, toma partido. Un público que se quiere cómplice de la muestra que sirve también para una inauguración, la de la sala de Sosunc, en el subsuelo del nuevo edificio que la obra social ocupa sobre la avenida Argentina, en uno de los extremos del terreno que ocupa la Universidad del Comahue en esta ciudad.

Las parejas unen estilos diferentes, estéticas distintas, posiciones ante la vida, el arte y el universo que no siempre coinciden pero que enriquecen la visión de la producción artística regional.

Así confluyen en la sala los doce artistas, que estarán en exhibición hasta el martes próximo. Gabriela Erazun con Rosario Cufari en un clima de abstracción; Ana Zitti invitó a Carolina Guajardo para ocupar –las dos- el punto de vista de la modelo, con diferente tratamiento técnico y de contenido; luego Ana María Alcalde y Analía Herbel dialogan desde la figuración y Stella Provecho con su discípula casi adolescente, Ailín Tornatore, instalan objetos separados del uso cotidiano para cuestionar el pensamiento.

La exposición continúa con una litografía de Marcelo Sewald que discute en tema y en estilo con su alumna Ivana Alan y concluye con dos esculturas, obras de Lucía Seijo y Silvina Signe con materiales diversos pero una ocupación del espacio que no permite miradas indiferentes.

Por caso, Stella Provecho plantea una serie de objetos –copas de pie quebrado, de cáliz roto- con palabras desarmadas que inducen al juego anagramático. Así “nada” puede ser “Adán” y “anda” y así sucesivamente. Mientras, Ailín Tornatore convoca al sentimiento con una estética hiperrealista y rayana en el humor negro. En realidad, un guiño irónico que plantea interrogantes sobre la propia existencia.

El curador de la muestra –y de la sala- es Marcelo del Hoyo, que anunció la próxima exposición de Javier Lodeiro, artista de Cipolletti, a partir del viernes 18 de este mes.

La sala, dijo del Hoyo, “propone un proyecto curatorial que tiene que ver con el ámbito de la región Comahue y con los docentes e investigadores de la Universidad”. En efecto, esta suerte de “doble curaduría”, consiste en una visión desde lo artístico, a su cargo, y un abordaje desde la cosmovisión de los investigadores y docentes convocados.

Para el caso de Lodeiro, la co-curaduría está a cargo de Raúl Caldús, del departamento de Filosofía de la facultad de Humanidades, quien “se refiere a la obra del artista y su vinculación con lo metafísico”.

La idea, concluyó del Hoyo, es lograr “interacciones” entre ambos curadores y al mismo tiempo generar “un espacio abierto a la producción artística regional”.

La sala permanece abierta al público de martes a viernes entre las 10 y las 14 y sábado, domingo y feriados de 18.30 a 20.

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