martes, 22 de mayo de 2007

Estudio 13 inauguró centro de arte en General Roca

CRUCE DE ARTISTAS EN EL GALPÓN DE ESTUDIO 13

El grupo roquense inauguró el Centro de Arte Contemporáneo en el edificio de México al 600 con cuatro artistas del Borges, de Buenos Aires, y ocho locales que exponen sus obras hasta finales de mayo.



GENERAL ROCA, Río Negro.- Un mural sobre una pared recién revocada, un video, cuatro columnas que se derriten y son recogidas en palanganas, focos giratorios que iluminan cabezas huecas que simbolizan pensamientos que simbolizan la resistencia. Y hay más: en la planta alta una muestra de obras de artistas regionales.
Todo ocurre dentro de un viejo galpón transformado en centro de arte contemporáneo que aspira a focalizar la actividad de los artistas, la reflexión sobre su tarea y la función de su quehacer en la sociedad actual. Será un punto de encuentro –de “cruce”, explican- de ideologías, estéticas, cosmovisiones, disciplinas que permitirá “establecer relaciones hacia muchos lugares”.
Es la primera etapa del Centro de Arte Contemporáneo de la Fundación Estudio 13, que funciona en la mitad norte del galpón que ocupa Merlot & Besos sobre la calle México y que consiste en una gran sala de exposiciones en dos niveles. La segunda fase contempla la construcción de una biblioteca, dos salas para conferencias, un auditorio para ciclos de cine y video, que se finalizará en la medida en que la fundación obtenga apoyos financieros.
“Latido terrícola” es la muestra que se inaugurará esta noche con la participación de los artistas Laura Spivak, Elisa O’Farrell, Eduardo Basualdo y Patricio Larrambebere, que llegan como un intercambio artístico del Espacio Contemporáneo del Centro Cultural Borges, de Buenos Aires, según un programa denominado “excursiones”. Basualdo, autor de la denominación de la muestra, explicó que ésta es la primera “excursión” que realiza el Borges en el país. La segunda se hará en la otra ciudad elegida, Resistencia, capital del Chaco.
Mientras los cuatro artistas venidos del Borges realizan lo suyo –Basualdo una instalación con luces y cabezas trabajadas en porcelana fría; O’Farrell con las columnas derritiéndose, y el mural y el video-, en la planta superior exponen los locales, integrantes de Estudio 13.
En efecto, en el amplio salón del primer piso están las obras de Fernando Genoud, Fernanda Hernández, Eugenia Prego, Albano Boj, Angel Tocce, Celeste Sciacchitano, Graciela Altieri y Alejandra Hernández. La muestra permanece habilitada hasta fin de mayo, y puede visitarse de jueves a domingo entre las 17 y las 20.
Estudio 13 abrió en octubre pasado el espacio relanzado como Centro de Arte Contemporáneo: un galpón mutado en sala de arte por partida doble, con una superficie capaz de contener biblioteca y videoteca, dos aulas, un auditorio, boletería y “tienda con objetos”.
El proyecto se propone desarrollar actividades de formación, investigación y extensión con la participación de creadores de todo el país. Alejandra Hernández –presidenta de la Fundación Estudio 13- dijo que el emprendimiento es totalmente privado, sin aportes oficiales salvo los apoyos que puedan obtenerse de instituciones similares –fundaciones, el Fondo Nacional de las Artes, por ejemplo-.
Entre los objetivos de la fundación figura también la promoción de exhibiciones y muestras individuales y colectivas de los artistas integrantes de Estudio 13, al tiempo que se proponen insertar en el mercado del arte la producción regional y generar un centro de documentación, biblioteca y videoteca. “Tenemos convocatorias abiertas a todos los artistas emergentes”, aseguró Alejandra Hernández mientras exhibía registros en video de las clínicas realizadas por el grupo en “la chacra Estudio 13”, ubicada cerca del barrio Malvinas de esta ciudad.
Desde las muestras “hasta los gastos de los invitados a las clínicas y exposiciones, todo está financiado por la fundación”, añadió, porque “es un proyecto autogestionario de principio a fin". Por eso, la segunda etapa del centro está supeditada a la obtención de recursos.
Es un caso atípico en una región donde la mayoría de los proyectos culturales son financiados por el Estado u organismos estrechamente vinculados con éste. Además, los artistas, creadores y promotores culturales por lo general esperan –y demandan- esa clase de presencia estatal, con lo cual el sector privado encuentra un pretexto para no invertir en el sector.






UN PROYECTO AUTOGESTIONARIO

Estudio 13 “es, fundamentalmente, un proyecto de autogestión para el desarrollo de los artistas emergentes”, nacido hace unos tres años y medio en esta ciudad, en un departamento del cual tomó el número para identificarse. El objetivo manifiesto era producir, provocar, gestar “encuentros, entrecruzamientos” entre artistas de diferentes lugares de residencia y trabajo y proponerse “como una alternativa a la formación académica y a la vez como un espacio de producción, difusión y experimentación para artistas visuales”.
El grupo, integrado por las hermanas Alejandra y Fernanda Hernández, Fernando Genoud, Angel Tocce, Horacio Díaz, Carlos Altinier, Mercedes Schamber, Eugenia Prego y Albano Boj, entre otros, se constituyó como fundación el año pasado. La nueva instancia institucional le permita funcionar “como nexo entre artistas, galerías y espacios de arte”. Sobre esa base, participó, también el año pasado, de la “Periférica 2006”, en Buenos Aires, la segunda edición de la Feria y Encuentro Internacional de espacios de arte, editoriales y sellos independientes.
Antes, los integrantes del grupo estuvieron en la edición de ArteBa con montajes sobre cuatro momentos diferentes: viajar, sentir, habitar y urbanizar.
Con la habilitación de la primera etapa del edificio contiguo a Merlot & Besos, Estudio 13 inicia su despegue como centro articulador de actividades de formación, difusión y exhibición del arte contemporáneo en esta ciudad. Se integrarán propuestas formales y académicas –charlas, conferencias- con alternativas –arte digital, disciplinas no convencionales-.
Además del edificio que en una segunda instancia tendrá acceso por la calle Paraguay al 600, la fundación cuenta con una chacra como “lugar de producción, análisis y clínica de obra”. En paralelo, dijo Alejandra Hernández, se realiza un relevamiento documental de las actividades, en video, de manera de sentar las bases para un centro de documentación, “biblioteca de arte y videoteca” del movimiento artístico en la zona.


Gerardo Burton
geburt@gmail.com

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