sábado, 11 de abril de 2020

AFICHES 40TENA - SELECCIÓN DE POEMAS & OTROS TEXTOS (II)

Segunda parte del muestrario de poemas para pasar la cuarentena. Otra vez, la elección fue sumamente aleatoria, esta vez de libros de una biblioteca y de redes sociales. Lo virtual y lo material se entrecruzan, como el virus y los cuerpos. Volveremos a las calles. Tratemos de volver mejores. Salute




Para desentrañar el camino,
sólo se necesita un cuerpo, dos cuerpos
que escuchen y digan, que digan y escuchen
que se amen en el sentido del no-amor,
del no-cuerpo, de la no-caricia, de la no religión.

Flor Codagnone, Mudas


¿Y quién sabrá
si tus sueños con flores caen al olvido,
qué cosa es
esta maceta pobre en la ventana
tratando de esperar la primavera?

Valeria Pariso, Trizas




Disturbios raciales, Tulsa, 1921

El blanco abrasador en las camisas de los hombres blancos
es fogonazo en papel, mirarlo es como
mirar al sol, puedes quedarte ciego.
Bajo la bocota de las metralletas,
la piel oscura y reluciente de mujeres
y hombres condenados. Puedes mirar el
brillo castaño de sus caras todo el día.
Excepto uno, todos bajan por la tarima
trasera de la camioneta. Tumbado,
los zapatos orientados a norte y sur,
los nudillos engarzados en las astillas de los listones,
reclina la cabeza como si estuviese en un
campo, la cara contra el cielo,
para recibir en ella el sol, para
oscurecerla más y más hacia los tonos de lo humano.

Sharon Olds, Los muertos y los vivos


Canto III

Un rasgo puede tocar el infinito
Un ruego puede hacer estallar el universo
Quebrarnos.

II

Pender de un hilo
Pender de un
Pender de
Pender.



III

Llaga en la visión de las Siete Plagas
en la visión de otras madres
de sus brazos rotos

de sus cuerpos
de
fantasma.

Marina Kohon, La Ruta del Marfil


El hombre nace en el Tao

Los peces nacen en el agua
el Hombre nace en el Tao.
Si los peces, nacidos en el agua,
Buscan la sombra profunda
Del estanque o de la alberca,
Todas sus necesidades
Son satisfechas.
Si el hombre, nacido en le Tao.
Se hunde en la profunda sombra
De la no-acción
Para olvidar la agresión y las preocupaciones,
No le falta de nada
Su vida es segura.

Moraleja: “Todo lo que necesita el pez
Es esconderse en el agua,
Todo lo que necesita el hombre es perderse
En el Tao”.

Thomas Merton, Por el camino de Chuang Tzú


La Fantasía de Todo el Mundo

Salí andando afuera & la bomba había
dejado caer cantidades de plutonio
por todo el Bajo East Side
No quedaba ni un solo edificio tan sólo
esqueletos de acero
víveres calcinados, socavones abiertos a las
apestosas aguas de las cloacas

Había gente muriendo de inanición y arrastrándose
a través del desierto
los OVNIS marcianos con rayos
destructoras de Luz azul
pasaban sobre ellos y desecaban todas las
aguas

Carbonizadas palmeras amazónicas a lo largo
de cientos de millas a ambos lados
del río.

Allen Ginsberg, Oda Plutoniana y otros poemas


4

La lluvia es un río de dedos rotos,
algo similar a la esperanza.

¿Para qué buscar a dios
cuando todo es una mezcla de sombras?

Alguien reconoce los sonidos,
y los anuncia.

Jorge Smerling, El vacío de la paloma


Hiroshima
tus dedos
mon amour
muertos
tus dedos
así de muertos
como guantes
de cera
bajo las radiaciones

A vivir muertos
entre las pústulas
y las erupciones
de la memoria

Una espesura negra el alba
del día siguiente
del ahora
del aun cuando

María Arce, El yo en los estantes


De noche
hundo mi boca en un conjuro
y juro
no despertar.
Sin embargo
despierto.
Estoy en el lugar exacto
donde el aguijón apunta
con certeza.

Es inútil.

Siempre hay un blanco en la boca del sediento.

Silvia Montenegro, El diablo pide más


Nacido bajo un mal signo

Mintieron
para ocultar tu ausencia,
tu negación,
yo soy el aborigen, el negro,
el condenado
a quien solo conforta
rasguear una guitarra
y conjurar
la presencia del Señor

Carlos Aprea, Escaleno


Nosotros

Aquellos improvisados
soldaditos del 17 de Octubre,
no sólo proseguimos el combate
entre la causa: lo popular,
contra el imperio.
Nuestros hijos y nuestros nietos,
prosiguen la larga tarea
por la liberación.

Alfredo Carlino, 17 de Octubre


Economía

Ahora hablan los números,
hay poco de que reírse.
Esta especie de horario ferroviario
habla de convoyes que se van
lejos. También de vagones blindados,
si fuera menester, por eso
ponte a  un lado
y saludando con la mano sonríe
mientras pasan.
Ahora Sherezade ya no puede hacer nada.

Valerio Magrelli, Epígrafes para la lectura de un diario


Tibia oscuridad

Otra vez, el poema y su eco a cuestas,
el aroma del tabaco
y la luz de la lámpara, que titila
en las paredes del espejo.

Verticales y tintineantes
las palabras sopesan el viento:
algunas hablan con pasión y
otras, con el alma rota, guardan silencio
ajenas a las flores y al tiempo.

Mientras sucede todo
en el vértigo de la desembocadura
el crepúsculo se redujo a un rayo milagroso
embriagado de rótulos azules.

Mientras otros duermen
hay una tibia oscuridad en toda la casa
aumentando, el aire cómplice,
que corre y seguirá corriendo
alrededor de la noche.

Claudio Suárez, inédito

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