viernes, 13 de mayo de 2022

MALVINASMALVINASMALVINASMALVINASMALVINAS POEMAS&TEXTOS

 Poemas y textos de un afiche en recuerdo del 40° aniversario de la guerra en el Atlántico Sur decidida por la junta de comandantes de la dictadura cívico militar en 1982. Publicado por la cebolla de vidrio ediciones en mayo de 2022









VIENTO DEL SUR

3 de enero de 1833

Llegaron del mar.

Otra vez no eran dioses.


Agosto – 1833

Algunos dicen que fue por la patria, otros que fue por el pan.

En el territorio, la rebelión duró un año.

En la memoria, el tiempo avanza.


1964 

En un remolino de sangre charrúa 

Rivero está naciendo.

Mira el futuro

Ve sangre originaria. 

Ve un pájaro Fitzgerald cortando el Atlántico.

Y a Miguel, enarbolando el paño con el sol y el cielo.


1966


El gaucho mira desde la estepa.

Ve cóndores que llegan y descienden.

Militantes 

que enarbolando sol y cielo

rebautizan el puerto con el espíritu de Antonio 


1982

La memoria está semi dormida.

Explota ante hechos límites.

Cargada desde ante y después 

con el “comunicado número uno”

con “el país está bajo el mando de las fuerzas armadas”.

El “si quieren venir que vengan”

 El “Vamos ganando”.

“La batalla ha finalizado”:


La memoria sabe que es la historia

misma


Ha visto gente 

en medio de la calle quemando bibliotecas.

 Gente cavando pozos

para esconder libros.

La memoria explota 

Y levanta la voz:

“Los chicos murieron, sus jefes los vendieron”.

“Se va a acabar, se va a acabar, la dictadura militar



LLUVIA DE ABRIL  


19 de junio


Nada puede ocultarse  

Ni el regreso de los nuestros. 

El muelle Storni estalla de luz.

Un fogonazo

Ilumina la memoria colectiva.

Rollos fotográficos, secuestrados,

se revelan.


Intentaron ocultarlos


De la cartilla de silencio

a las cajas de los unimog 

que en larga fila pasaban oscuros.

Hasta que las lonas se elevaron

y rostros y corazones ardían 

entibiando el otoño patagónico.

El fuego atravesaba el pecho  

de un pueblo que entregó el alma.

No pasaban solo ellos.

Iban también los que faltaban.

No faltaba ninguno.

Manos de trigo se extendían hacia los camiones

 alcanzando la hogaza que comían 

con toda el hambre de la soledad.

Y Madryn se quedó sin pan

porque la memoria rompió las cuerdas de la admiración y la solidaridad.


10 de septiembre

Ni el silencio de la mentira 

ni el hambre.

ni los pucarás hondeados

ni el rostro en llamas del Ara Belgrano.

Nada queda en el olvido.

Ni la colecta patriótica robada

ni los pozos con agua

ni las estacas en el hielo.

Tampoco el coraje que alumbró como bengala.


Todo queda en el recuerdo


Y ese día, hecho calle,

el lomo de Domecq García se dobló vencido

por el peso de migas y migas

que se amalgamaban hasta ser un pan;

que empujaba

que vencía la guardia del muelle

y llegaban.


En otro campo de acción

La batalla lanzaba chispazos.

Ya estaban ahí.

La transpiración de la Atlantic South Force

llegaba con la brisa.

Su bandera proyectaba sombra colonialista.

Las migas unidas en masa liberan la memoria.

La orden popular quemó el aire.

Los barcos en alta presión

escupían agua por mangueras

y recibían cadenazos

graffitis

Indignación acumulada.

La memoria bramaba

y veía en el horizonte marino

puntitos negros que se alejaban vencidos.

El viento les empujaba

y lluvia, les repicaba: “Yankees go home”


Ante un proceso de transición

La sociedad se trastoca y pierde el alma.

Les llama locos, alcohólicos.

Con los rostros apagados

sin sol ni cielo.

“Conocidos solo por dios”

con charreteras de olvido y despojo

vagan indigentes combatiendo la ignominia, el rechazo.

 Pusieron el pecho y reciben la espalda.

 Pero poco a poco lo oculto se trasparenta.


2017

Volver


Un cóndor atraviesa el atlántico.

Viento sur al reencuentro reuniendo lazos familiares 

que recorren el sitio donde estuvieron

y ahora están.

Como ráfagas de ametralladoras

Las lágrimas salpican la isla.

Tumbas se llenan de migas

que se abrazan de recuerdos

y se amalgaman 

hasta ser un pan gigante

para que siempre sean/ los héroes de Malvinas.


El futuro espera antes y después


El viento estruenda.

La lluvia hace correr el río de la memoria 

y tras “un manto de neblina” 

un nuevo cóndor está por despegar.


Washington Berón, Puerto Madryn



ESA

La estepa

había sangrado

ante el seco grito

de la pala de campaña,

el niño,

con terror,

optó por amar

la culata tierna de madera,

la flor estriada

del caño de su arma,

la trinchera,seca de sangre,

húmeda de miedo y lágrimas.

Era el último sexo,

el supremo...

MUERO POR LA PATRIA!!!!!

esa patria ramera

de oficiales nuestros,

tan rubios,

tan formales,

tan iguales

a los que nos matan.

Julio José Leite, Tierra del Fuego


PIANISSIMO

Hay otra música

hay una música otra

que late en otro ritmo

en otro tempo

no de finales no de profecías

hay un acorde

pianissimo

para el que se descarga de cosas y de eventos

y decide partir

con todo su horizonte de sentidos

a cuestas


mirá para atrás

porque hay atrás

pero la música de atrás no es música,

es estruendo

un trinar de pájaros lejanos

impecablemente fallecidos

Claudia Sastre, Chubut


hay un yo que tiraba piedras 

que ladró lágrimas azules

cuando se hundieron al buque general belgrano 

yo que no hice el servicio militar obligatorio 

soldado almonacid hijo de chilotes 

cuerpo a tierra carrera mar 

un yo país cargado de usura

de gorilas xenófobos que andaban sueltos por las noches

yo que ni delantero habilidoso

ni argentino hasta la muerte

yo buscado no se ofrece recompensa

yo que todo le va grande los zapatos la virgen

nuestra señora tengo hermanos extraviados

tras su manto de neblina no se vayan a olvidar

yo con espuma en la garganta

clama el viento y ruge el mar

un yo sin cuchara ni invitado

ni lugar en el banquete de platón

yo que bailaba rocanrol

asmático aullido gato solo en la ciudad

noches de oscurecimiento no las hemos de olvidar

gorilas verde oliva 

ahorcaban los intentos de tu yo

yo que no sé el paso de moda

yo que no supe desfilar

yo que tiraba piedras

ladré lágrimas azules

cuando volvían los hermanos con los ojos del horror

soldado almonacid haga patria cuerpo a tierra

tras un manto de neblina ladran perros

vienen gurkas claman niños 

eran niños ruge el mar 

gorilas xenófobos no los hemos de olvidar

¿quién nos habla aquí de olvido,

de renuncia, de perdón?

Jorge Spindola, C. Rivadavia, Chubut


GURKAS

Mercenarios de perfil bajo

(los únicos que los vieron

ya no están)

Cuchillos fantasmales

cortando los sueños

¿Pero acaso nosotros

no veníamos del país de

las picanas sobre panzas

embarazadas?

¿Quién le tenía que tener

miedo a quién?

Gustavo Caso Rosendi, La Plata, Bs.As.


HAIKU DE GUERRA

Tras la bruma

los niños que fuimos

nos están gritando: adiós

Martín Raninqueo, La Plata, Bs.As.


UN IRANÍ DISONANTE

El 2 de abril de 1982, a eso de las 5 de la mañana ya sabíamos, aún sorprendidos, del desembarco de las Fuerzas Armadas de la dictadura en las Islas Malvinas, en Puerto Argentino.

     A esa hora me fui como todos los días a tomar mi turno en el servicio de noticias de LU5 Radio Neuquén. Mientras manejaba mi Fiat 600 por Primeros Pobladores hacia la vieja casa de Alberdi 189, ya imaginaba la orden que recibiría de salir con el móvil de la radio que manejaba Nené Molina, para describir el humor de la sociedad neuquina en las calles ante semejante acontecimiento.

     Y así fue. Recibí de Lucho Díaz, jefe de informativo, la consigna de entrevistar a quien fuera y que esas notas se transmitirían en forma directa por la radio, porque la prioridad, ese día, era "la recuperación de las Malvinas".

     En las calles comenzaba de a poco a exteriorizarse la algarabía de los vecinos que a temprana hora se dirigían a sus lugares de trabajo o hacer las compras.

     Las primeras notas fueron en la avenida Argentina. Varios entrevistados se sorprendían por las preguntas porque no tenían noticias del desembarco. Otros muchos expresaban su alegría y emoción; algunos con lágrimas.

     Se me ocurrió ir al obispado para que Don Jaime nos dijera qué pensaba. No estaba disponible, pero me atendió su secretario, el sacerdote Juan San Sebastián. En la vereda, Juan se limitó a decir que ningún pedazo de territorio justificaba la muerte de compatriotas, imaginando ya el terrible desenlace.

    Como no había muchos jóvenes en el centro, le dije a Nené que fuéramos a la Universidad para entrevistar a estudiantes. Nos ubicamos en el playón de ingreso a la Universidad Nacional del Comahue, sobre el final de la calle Buenos Aires. No hubo necesidad de convocar a los chicos y chicas que iban a los claustros, porque apenas vieron la "naranja mecánica" de La Radio con un tipo (yo) con un micrófono, se amontonaron alrededor de la rural Fiat para opinar. Todas las expresiones giraron en torno a los derechos de Argentina sobre las islas del Atlántico Sur.

     En medio de ese desorden de palabras y gritos, se acercó un joven con acento extranjero. Sus compañeros me dijeron que era iraní y que por una beca de la República Islámica estaba cursando estudios universitarios en Neuquén.

     Con un relato pausado, como buscando el término exacto para no ofender, y en un español claro, me (nos) dijo, sabiendo de qué se trataba la geopolítica: "Ustedes no tienen idea lo peligroso que es enfrentarse a la OTAN; este es un conflicto Norte-Sur para el que la Argentina no está preparada".

     Nunca olvidaré a ese iraní disonante.

Eduardo Marchetti, Neuquén


Un plato puesto a la mesa

la copa de vidrio para el agua 

el sitio vacío. 

Así pasan sus días también las Madres de Malvinas. 

Para nosotras la Guerra no terminó 

-me dice una hija-

nosotras vivimos Malvinas cada día 

y va a durar para siempre. 

Así pasan sus días también los Hijos de Malvinas. 

El sueño intranquilo de alguien que aún está en las trincheras 

la tortura diaria del que no debe explicar nada nunca a nadie 

porque el lenguaje No Dice. 

En una escuela un grupo de hombres va a hablar con los niños

están ahí traduciendo tanta tempestad a un idioma impreciso 

los niños entienden que ellos fueron a la guerra 

niños 

que no salía ahí el sol

que también el hambre 

pero los hombres no quieren poner en palabras la sombra de todo 

el estaqueamiento 

la tortura 

la continuidad que fue Malvinas con el odio,

esa Dictadura.

Así pasan sus días también los sobrevivientes de Malvinas

otros 

no pudieron.

Malvinas tiene tantos muertos en la guerra como suicidios tempranos. 

Así mueren también los hombres de Malvinas

y nosotros con ellos. 

Con ellos también vivimos. 

Que nuestra memoria sea siempre esa flor que levanta todo el pueblo, su bandera. 

Así sigue también la memoria de Malvinas. 

Así también Nunca Más.

Viviana Ayilef, Trelew, Chubut


1982


al muere

       el país

ese abril fue

        seguro a la

derrota

        que allí

en las islas

         del frío

aguardaba


sólo sirvió

         de espejo

a los dictadores


garras y colmillos

          despedazaron

trituraron

         sin perdón

sin clemencia

         a los pobres

del suburbio, a los

         recién venidos

cabecitas

         del escarmiento


en el muñón

         les creció

maradona

gerardo burton, neuquén


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