miércoles, 13 de agosto de 2008

Darwich: murió el poeta de la causa palestina


El sábado pasado, en un hospital de Estados Unidos, falleció Mahmud Darwich, la principal voz poética del pueblo palestino y autor de la declaración de independencia de su país. Varias veces candidato al premio Nobel de Literatura, había nacido en Galilea y residía actualmente en Ramallah.

Gerardo Burton
geburt@gmail.com

Mahmud Darwich, el poeta de la causa palestina, murió el sábado pasado convaleciente de una operación a corazón abierto que se le había practicado en el Hospital Memorial Hermann de Houston, Texas, Estados Unidos.
Darwich había nacido en 1941 en Al Birwa, una aldea galilea que fue arrasada por el ejército israelí cuando tenía ocho años. Su familia huyó entonces al exilio al Líbano.
La familia retornó al constituirse los territorios palestinos, y en esa época comenzó su trayectoria de poeta y su militancia en la izquierda comunista, por lo cual fue perseguido. Su primer libro, “Hojas de olivo”, fue publicado a los 22 años. En 1970 volvió al exilio, durante el cual recorrió varios países árabes y luego retornó a su país.
En Ramallah, donde residió hasta su muerte, dirigía la revista literaria Al Karmel –El Carmelo-, cuyos archivos fueron destruidos en 2002 por el ejército de Israel. Fue integrante de la Organización para la Liberación de Palestina, OLP y redactó, en 1988, la declaración de independencia de su país.
En 1993, cuando la OLP firmó en Oslo los acuerdos de paz, el poeta renunció a su cargo en el comité de dirección de la organización.
Darwich fue candidato al premio Nobel de Literatura en varias oportunidades. Conocido internacionalmente por sus masivos recitales poéticos organizados en países de todo el mundo árabe, pero su fama también se ha extendido en Occidente.
Obtuvo los premios Lanzan Cultural Freedom Price (2001) y el Príncipe Claus de Holanda (2004). Su poesía se caracteriza por la innovación del verso y la estrofa, y los críticos lo asimilan por igual al sirio Muhammad Al Magut, al turco Nazim Hikmet y a los occidentales Pablo Neruda, Louis Aragon, Federico García Lorca y Thomas S. Eliot.
Entre sus obras figuran “Pájaros sin alas”; “Enamorado de Palestina”; “Los pájaros mueren en Galilea”; “Mi amada se despierta”; “Elogio de la alta sombra”; “Menos rosas”; “Once astros” (de estos dos últimos hay traducción castellana).
Se lo considera el poeta árabe moderno más destacado, cuyos temas entroncan con la mitología de Oriente medio al tiempo que subrayan sentimientos de angustia, amor y melancolía.

DOS POEMAS

Veo lo que deseo

Miro hacia atrás esta noche
en las hojas de los árboles y en las hojas de la vida.
Contemplo la memoria del agua y la memoria de la arena.
No percibo esta noche
sino el final de esta noche,
sonidos del reloj que roen mi vida segundo a segundo
y reducen la vida de la noche.
No queda de la noche ni de mí tiempo en el que combatir
pero la noche regresa a su noche
y yo caigo en la fosa de esta sombra.

Nosotros amamos la vida

Nosotros amamos la vida cuando hallamos un camino hacia ella,
bailamos entre dos mártires y erigimos entre ellos un alminar de violetas o una palmera.

Nosotros amamos la vida cuando hallamos un camino hacia ella.

Robamos un hilo al gusano de seda para construir nuestro cielo y concluir este éxodo.
Abrimos la puerta del jardín para que el jazmín salga a las calles cual hermosa mañana.

Nosotros amamos la vida cuando hallamos un camino hacia ella.

Allá donde estemos, cultivamos plantas que crecen deprisa y recogemos mártires.
Soplamos en la flauta el color de la lejanía, dibujamos un relincho en el polvo del camino
y escribimos nuestros nombres piedra tras piedra. ¡Oh, relámpago! Ilumina para nosotros la noche, ilumínala un poco.

Nosotros amamos la vida cuando hallamos un camino hacia ella.


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