Una nueva entrega, que será la penúltima de esta tanda. Ya la cuarentena finalizó, sigue la pandemia. Ojo al piojo. Salute
Gerardo Burton (selección)
geburt@gmail.com
Hoy el día es exactamente igual
al de ayer
y al de antes de ayer
y así para atrás.
Lo único diferente fue la noche.
Soñó fuerte.
Seguro que habló en sueños.
Influencia de horas de televisión
tan poco fructíferas
como todo en este tiempo.
Soñó que tenía un tatuaje
letras
que formaban unas palabras
que no se podían leer
porque se movían.
El lugar donde aparecía
era su brazo.
Le ardía
le picaba de color rojo.
Como un calor brotaba
de las líneas
las letras eran esas góticas
que asocia con los presos.
No sabe bien
de dónde le salen esas comparaciones.
Pero las marcas en el cuerpo
son algo que no sabe apreciar.
La peste debe dejar marcas.
El sol se hace rogar,
la casa huele a humedad
el satélite no aporta buenas nuevas
el jardín es un desastre
y ella misma
se mira al espejo
y ve a una mujer
que le pregunta
quién es.
Liliana Campazzo en fbk