Tirado al sol
como las víboras, cerca
del agua de la patria, siento
menos miedo que
por las noches, cuando
no hay cielo, ni agua,
ni país, ni memoria.
Francisco Paco Urondo. Santa Fe, 1930-Mendoza, 1976.
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desde las alturas de un sitio vidriado
la veo, sonriente
Evita todos los días aguarda
espera
a veces acechan vientos
silencios inmóviles
sin ecos
o una quietud antigua
de muros impenetrables
cuando piensan en ella
muchos ojos olvidan lluvias
desvelos
cada niebla.
Su corazón es tibio
Claudia Ainchil, Buenos Aires