martes, 15 de julio de 2025

Viajes. México 5. Chapultepec/Heráclito


Relatos breves de un itinerario que abarcó parte del Distrito Federal y ciudades y pueblos de la península de Yucatán entre Cancún y Campeche. Una aproximación a un país exuberante en su historia, su cultura, su geografía y su pueblo. (Publicada originalmente en vaconfirma.com.ar)

Gerardo Burton

geburt@gmail.com


Construido como villa de descanso para los virreyes, el castillo de Chapultepec fue también la residencia de Maximiliano de Habsburgo y Carlota durante ese efímero imperio que creó Napoléon en su apogeo hasta que la decadencia simultánea de ambos emperadores, el corso y el austríaco.

A mediados del siglo XIX, convertido en Colegio Militar, su alcázar fue defendido a muerte por jóvenes cadetes cuando Estados Unidos inventó una guerra para mutilarle medio territorio a México.

Queda como cierre de la visita al Museo Nacional de Antropología: es imposible recorrer todo en pocas horas. Los ojos no alcanzan, la memoria se agota; el color, las imágenes, los relatos permanecen ahí, vivos, testigos. Interpelan el presente, profetizan un cierto porvenir. Sólo hay dos certezas: habrá belleza, habrá guerra.

1


aquí también

en la selva, en el valle

en los océanos

y la meseta

también, digo, fue la guerra

el padre de todo


semillas y sangre

maíz y sangre

basalto, andesita, granito

y sangre


padre de todo y de todos

padre nuestro

guerra amable, guerra necesaria y fatal

danos hoy

y en la hora

la sangre

de cada día

amén



2


entre quiscales


lo bello amasado

entre el maíz y la sangre

siempre el dolor

de cristos y quetzales


la palabra escrita, el esclavo

anónimo

sus manos, sus  hijos

las mujeres sin nombre, sin rostro

siempre el dolor

bordado

esculpido


grandes rocas, estelas monumentales

templos

se necesitan para aplacar

siempre el dolor



dios y los dioses

de esto

no se ocupan


(Escrito a la salida del Museo Nacional de Antropología, antes del palacio de Chapultepec)


Viajes. México 4. Coyoacán


Relatos breves de un itinerario que abarcó parte del Distrito Federal y ciudades y pueblos de la península de Yucatán entre Cancún y Campeche. Una aproximación a un país exuberante en su historia, su cultura, su geografía y su pueblo (Publicada originalmente en vaconfirma.com.ar). 

Gerardo Burton

geburt@gmail.com

Parece la venganza de Frida. Lejos de los murales de Rivera y de los de los otros dos famosos, en las calles su rostro ocupa todos los retratos, los distintivos y las remeras, está en los llaveros y los imanes para la heladera, en las pantallas de los teléfonos celulares y en los huipiles. Todo lleva alguna referencia a Frida. Hasta las Katrinas se transfiguran y miran con sus ojos, opinan con su sonrisa.

Es complicado ingresar a la casa azul: por tandas cada media hora acceden los turistas, los curiosos, los estudiosos. Jóvenes vigilantes privados con uniformes subrepticios (pantalón negro, camisa blanca, teléfono celular conectado en directo con los policías metropolitanos estacionados ahí nomás) controlan las entradas, la cantidad de gente, el famoso aforo que impide aglomeraciones. Ejercen con brusquedad su autoridad; les encanta tener algún poder sobre el público, con temor a que se convierta en estampida. Discuten con los guías al borde del insulto, se hacen custodiar por los policías de uniforme que aparecen como por encanto desde detrás de los árboles a poner orden.